El 4 de octubre de 1957 se lanzó al espacio el cohete R-7 con el Sputnik 1, el primer satélite artificial de la historia. De esta forma, la entonces Unión Soviética desde el Cosmódromo de Baikonur, actualmente en Kasajistán, comenzó la era espacial.
El Sputnik 1 fue el primero de un programa de tres satélites que la Unión Soviética planeó como su contribución al Año Geofísico Internacional, establecido por las Naciones Unidas de julio de 1957 a diciembre de 1958; por su parte, los Estados Unidos también anunciaron su intención de lanzar satélites al espacio.
El satélite soviético era una esfera de aluminio de 58 centímetros de diámetro y 82 kilogramos, que obtuvo datos atmosféricos y del campo electromagnético de nuestro planeta. Al término de su misión se incineró al entrar nuevamente a la atmósfera terrestre, el 4 de enero de 1958, después de mil 440 órbitas alrededor de la Tierra.
Casi un mes después, el 3 de noviembre, se puso en órbita el Sputnik 2, el primer satélite con un ser vivo en el espacio, la perra Laika. El Sputnik 3, lanzado el 15 de mayo de 1958, fracasó en su misión de medir la radiación de los cinturones de Van Allen, situados en la magnetósfera terrestre.