
El primer proceso mexicano para producir diésel verde, desarrollado por el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), se puede mezclar con diésel fósil y, en un segundo proceso, generar bioturbosina para producir un combustible avanzado de aviación.
En todo el mundo hay un gran interés en la bioturbosina, ante la necesidad de mitigar los impactos negativos del cambio climático causado por las emisiones desmedidas de gases efecto invernadero.
En la actualidad, los costos para producir bioturbosina es de aproximadamente 0.80 dólares por litro, en tanto que los costos por producción de diésel verde están en el rango del diésel fósil. Aunque en el caso de la bioturbosina el costo es mayor, se estima que será competitivo con la turbosina fósil, en la medida en que se incrementen las acciones para reducir emisiones de dióxido de carbono.
El proyecto CEMIE-Bio Clúster Bioturbosina del IMP, se encuentra en la etapa de producción de catalizadores de segunda generación, que fueron diseñados para trabajar con aceites vegetales y grasas animales.