Tu presencia activa como papá en su desarrollo marca la diferencia.
Un padre presente, comprometido y afectivo influye positivamente en su bienestar.
Quienes han contado con un papá presente y afectivo tienen:
- Mejor autoestima.
- Más habilidades sociales.
- Mejor desempeño escolar.
- Más herramientas para enfrentar las dificultades que se les presentan en la vida.
- Mayor bienestar psicológico.
- Más posibilidad de ser madres y padres comprometidos.