
El 22 de agosto de 1966, la sonda Lunar Orbiter 1, de Estados Unidos, captó por primera vez la imagen de nuestro planeta desde la órbita lunar, a casi 380 mil kilómetros de la Tierra. La sonda formó parte del programa Lunar Orbiter de observación de nuestro satélite, que constó de cinco misiones.
La Lunar Orbiter 1 fue diseñada para fotografiar áreas lisas de la superficie lunar, con el objetivo de seleccionar la mejor área para el alunizaje de las misiones Surveyor y Apolo. Logró tomar 207 fotografías de la Luna, en especial de las zonas que eran más propicias para el alunizaje de las naves Apolo.
Su misión concluyó el 29 de octubre del mismo año, cuando se estrelló en la superficie lunar, de acuerdo con lo previsto por la NASA, con el fin de que no interfiriera con la sonda Lunar Orbiter 2, que se lanzó a la Luna días después, el 6 de noviembre.
La corta permanencia de la Lunar Orbiter 1 marcó un hito, pues se logró ver al planeta desde una gran distancia.