Ser un padre activo y cuidar de tu hija e hijo es:
- Tener una relación afectuosa e incondicional.
- Mantener una relación que vaya más allá de proveerle económicamente.
- Ser partícipe y actor del cuidado diario y educación con acciones como: cuidar, alimentar, vestir, pasear, enseñar y llevar a dormir, entre otras.
- Promover un vínculo cariñoso de apego mutuo, de cercanía afectiva.
- Compartir con la madre las tareas de cuidado y las tareas domésticas.
- Estar involucrado en todo momento en su desarrollo: embarazo, nacimiento, infancia temprana, niñez y adolescencia.
- Brindar una crianza respetuosa con todas las personas integrantes de la familia.
- Estimular su desarrollo con lecturas, cuentos, historias, canciones, juegos y apoyo en sus tareas escolares.