El 1 de septiembre de 1985, los oceanógrafos estadounidense Robert Ballard y francés Jean-Louis Michel descubrieron los restos del transatlántico Titanic, a cuatro mil metros de profundidad, en el Atlántico Norte, como resultado de una misión secreta del gobierno de Estados Unidos durante la Guerra Fría.
La verdadera misión buscaba dos submarinos nucleares estadounidenses cuya ubicación no querían dar a conocer por temor a que la URSS los encontrara. Se estimaba que los restos del Titanic estaban cerca. Concluida la misión, Ballard y Jean-Louis Michel, en una expedición científica, solicitaron 12 días para buscar el barco, solo necesitaron nueve.
La expedición científica utilizó modernos robots submarinos con cámaras orientadas por control remoto y sistemas de topografía marina por sonar, que soportaron la presión y oscuridad de las profundidades marinas.
El Titanic, construido con doble casco, fue calificado como insumergible. Su caja fuerte transportaba, entre otras joyas, una colección de diamantes valorada en ese tiempo en varias decenas de millones de dólares.
El trasatlántico se hundió el 14 de abril de 1912, al chocar con un iceberg en su viaje inaugural entre Reino Unido y Nueva York, en el naufragio murieron más de mil 500 personas.