El 15 de septiembre de 2017 la sonda espacial Cassini-Huygens transmitió su última señal de radio a la Tierra, porque de manera planificada se destruyó en la atmósfera de Saturno para dar por terminada su misión, que modificó nuestro conocimiento sobre el sexto planeta del Sistema Solar.
La misión no tripulada, que comenzó en la estación de Cabo Cañaveral, Florida en 1997, con un costo de 3 mil 260 millones de dólares, viajó siete años por el Sistema Solar, visitó Venus y Júpiter y llegó a Saturno en julio de 2004. Durante los 13 años que orbitó alrededor de Saturno y sus anillos, captó más de 453 mil imágenes y recorrió 7 mil 885 millones de kilómetros.
Entre sus aportaciones destacan el hallazgo de nubes hexagonales, la fotografía del primer rayo fuera de la Tierra, información sobre sus raras lunas y su aterrizaje en Titán, satélite de Saturno que se cree puede albergar vida.
La Misión Cassini-Huygens, cuyo nombre se debe a los astrónomos Giovanni Cassini y Christiaan Huygens, fue un proyecto conjunto de las agencias Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), Espacial Europea y Espacial Italiana, asimismo, contó con la contribución de 26 países.