De la producción total de petróleo en México, 60 % corresponde a hidrocarburos pesados, los cuales son difíciles de transportar en los oleoductos y de procesar en las refinerías. Por esa razón, especialistas del IMP desarrollaron la tecnología HIDRO-IMP®, que se basa en la incorporación de hidrógeno al petróleo crudo para mejorar sus propiedades físicas, facilitar su refinación y aumentar su valor, ya que el hidrocarburo adquiere las propiedades de crudos ligeros.
Esta tecnología logra una conversión alta de residuos a destilados e incremento del rendimiento de productos; remoción alta de impurezas presentes en el crudo pesado como azufre, asfaltenos, nitrógeno y metales, produciendo un crudo mejorado con baja acidez, baja corrosividad, menor viscosidad, baja formación de coque y aceptables costos de inversión y operación.
Además, con su aplicación en la industria: se pueden producir destilados con contenidos reducidos de azufre y otras impurezas; incrementar la producción de productos de refinación como diésel y gasolina; aumentar la vida útil de catalizadores; y reducir el consumo de servicios en procesos corriente abajo, entre otros.