Muere en Coyoacán, Ciudad de México el 13 de julio de 1954, la pintora mexicana Frida Kahlo, una de las artistas mexicanas de mayor reconocimiento internacional. Sus restos fueron velados en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. Su cuerpo fue incinerado en el Crematorio Civil de Dolores y sus cenizas se conservan en la Casa Azul de Coyoacán, el lugar que también la vio nacer y en la actualidad es un museo que contiene su trayectoria artística.
Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón fue una destacada pintora en México. Su vida estuvo marcada por un grave accidente que sufrió en su juventud, que la mantuvo postrada en cama durante largos periodos, llegó a someterse a 32 operaciones quirúrgicas.
Su obra pictórica gira temáticamente en torno a su biografía y a su propio sufrimiento. Fue autora de alrededor de 150 obras, principalmente autorretratos, en los que proyectó sus dificultades para sobrevivir.
La obra de Frida, así como su vida adulta, estuvo marcada por su marido, el pintor Diego Rivera. Ambos compartieron el gusto por el arte popular mexicano de raíces indígenas, inspirando a otros pintores mexicanos del periodo posrevolucionario.
Su último cuadro se exhibe en el museo Frida Kahlo, se trata de un óleo sobre masonita, fibras de madera, que muestra varios cortes de sandías en tonos muy vivos. En uno de estos trozos y junto a su firma se puede leer: “VIVA LA VIDA. Coyoacán, 1954, México”. Las últimas palabras en su diario fueron: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”.
En lo político, fue miembro del partido comunista y una fiel activista de izquierda. Fue maestra de la Escuela Nacional de Pintura y Escultura La Esmeralda. Tanto en su trabajo como en su vida cotidiana, su lenguaje, vestimenta y decoración de su casa siempre buscó rescatar las raíces del arte popular mexicano, que fue reflejado en cada una de sus obras. Algunas de sus exposiciones las realizó en ciudades como Nueva York, París y México.