En un día como hoy, en 2016, se publicó en la revista especializada Current Biology, el primer trabajo sobre el color de los fósiles, a partir del estudio de sus estructuras celulares.
La paleobióloga María MacNamara, de la University College Cork, de Irlanda, encabezó las investigaciones sobre los colores del fósil de una serpiente que vivió hace diez millones de años a 25 kilómetros de Teurel, en las Minas de Libros, España.
En ese fósil, bajo el análisis del microscopio electrónico de barrido, se identificaron células cromáticas mineralizadas que permitieron reconstruir su apariencia. Según los científicos, la zona ventral era pálida y el resto de su piel verde con manchas entre marrones, negras y amarillas y se le asignó a la familia de las culebras
Este análisis permitió apreciar tres tipos de células pigmentarias: melanóforos, que le daban la coloración negra y marrón; xantóforos, que aportaban colores amarillentos; e iridóforos, que le daban un aspecto iridiscente.
Este trabajo sentó las bases de un método de reconstrucción de la coloración original de fósiles de vertebrados, que contribuirá a comprender la evolución y función del color.