
La Asamblea General de la ONU decretó el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad, para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos, y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.
La resolución reconoce, además, la necesidad de que se fomente el crecimiento económico con un enfoque más inclusivo, equitativo y equilibrado, que promueva el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza, la felicidad y el bienestar de todos los pueblos.
Desde 2013 las Naciones Unidas celebra el Día Internacional de la Felicidad como reconocimiento al importante papel que desempeña en la vida de las personas.