El Gobierno de los Estados Unidos invertirá 700 millones de dólares en su industria petrolera y gasera para disminuir emisiones de metano, con lo que se espera tener un impacto global equivalente a 15 mil millones de toneladas métricas de emisiones de gases de efecto invernadero de 2022 a 2055.
Esta medida es parte de la Ley de Reducción de la Inflación de los Estados Unidos, que contiene normas que abordan las emisiones de gases contaminantes de las centrales eléctricas y de los vehículos, así como de otros gases de efecto invernadero.
Joe Goffman, de la Agencia de Protección Ambientas estadounidense (EPA, por sus siglas en inglés), consideró que con las emisiones de metano que se producen por la actividad petrolera y de gas se podría abastecer de combustible a millones de hogares durante un año; sin embargo, este consumo es causa de la crisis climática de Estados Unidos.
Además del recurso económico, esta acción será apoyada con asistencia técnica de parte del Laboratorio Nacional de Tecnología Energética del Departamento de Energía para que las empresas que se dedican a la producción de estos energéticos detengan las emisiones de metano, que proceden de fugas en sus instalaciones y de sus operaciones diarias.