La agencia de noticias estatal iraní, IRNA, informó que la producción de petróleol crudo iraní aumentó considerablemente en los últimos meses, hasta los 3.1 millones de barriles por día (bpd), la cifra más alta desde hace cinco años.
Este dato representa un nuevo máximo desde que el expresidente estadounidense Donald Trump reimpuso sanciones a Irán, a mediados de 2018; sin embargo, la producción continúa estando por debajo de su capacidad actual.
Expertos internacionales consideran que este aumento en la producción obedece a una diplomacia energética por parte del gobierno de Ebrahim Raisi, en alianza con sus aliados de Medio Oriente, el Golfo Pérsico, Asia Central y América Latina, así como al incremento de la exportaciones a su principal comprador, China, y a sus aliados sancionados, Venezuela y Siria, lo cual se ha traducido en un aumento del 79 % de los ingresos interanuales de crudo, ayudando a compensar el déficit presupuestal del país.