
Tras el colapso de los suministros energéticos rusos, a causa de la guerra en Ucrania, el canciller alemán Olaf Scholz ha solicitado a los ministros de Economía, Medio Ambiente y Finanzas de su país diseñar un marco operativo legal para mantener la vida útil de tres centrales nucleares hasta abril de 2023.
Alemania tenía previsto cerrar sus centrales nucleares a finales de 2022, pero la guerra en Ucrania ha trastornado sus planes de cierre. Por tal motivo, el Gobierno solicitó un proyecto de ley para que sigan funcionando dos centrales: la de Isar Nuclear Power Plant 2, operada por la energética alemana E.ON SE y Neckarwestheim 2 de Energie Baden-Württemberg AG, EnBW AG, ambas al sur del país. Asimismo, se incluirá Emsland, operada por Rheinisch-Westfälisches Elektrizitätswerk, RWE AG, en el estado norte de Baja Sajonia.
El gobierno alemán tomó esta decisión, con el fin de ayudar a evitar una crisis energética durante los próximos meses invernales, y para reducir su dependencia del gas ruso, en medio de un clima de controversia sobre la energía nuclear, y tras haber decidido eliminar este tipo de energía a causa de la catástrofe de Fukushima en 2011.