
La tolerancia implica respeto, empatía y solidaridad. Supone ser flexible, saber escuchar, saber observar y aceptar la diferencia como parte normal de nuestra vida, todos somos diferentes y, en su diversidad, reside la riqueza de este mundo; por ello, en 1996 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su Resolución 51/95, invitó a los Estados Miembros a celebrar el 16 de noviembre como el Día Internacional de la Tolerancia.
Dicha acción dio seguimiento al año de las Naciones Unidas para la Tolerancia, de 1995, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, por la iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La ONU se ha comprometido a fortalecer la tolerancia mediante el fomento de la comprensión mutua entre las culturas y los pueblos, por lo que solicita a los Estados legislar para proteger la igualdad de oportunidades de todos los grupos e individuos de la sociedad.
La tolerancia no es indulgencia o indiferencia, sino que es el respeto y el saber apreciar la riqueza y variedad de las culturas del mundo y las distintas formas de expresión de los seres humanos.
Asimismo, la sitúa dentro del marco del derecho internacional sobre derechos humanos elaborado en los últimos cincuenta años.
Nuestras diferencias suman y nos hacen más fuertes, trabajando juntos y en armonía podemos lograr más.
Fuente: Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Atentamente
Grupo de Igualdad Laboral y No Discriminación